Bloque 4: Creación literaria con y para los niños de infantil

En un rincón de lectura de un aula de infantil debería haber al menos dos libros por cada alumno, pero la realidad es que en la mayoría de los centros no es así, fundamentalmente porque la inversión económica para libros que se hace en los centros no suele corresponderse con las necesidades del aula.

 

Ante esta situación se puede actuar de diferentes maneras: se puede optar por pedir que cada niño traiga un libro de su casa, se puede pedir dinero para material a los padres y aprovechar para comprar algunos libros, pero ambos casos son soluciones sólo parciales. En ocasiones también se suele utilizar la biblioteca escolar para retirar libros y utilizarlos en el aula, pero en infantil se deben tener los libros siempre en el aula a su alcance.

 

Por todo ello, es interesante crear textos para los niños, con argumentos que sean cercanos a ellos y respondan a sus intereses y necesidades, estructura sencilla, personajes que permitan la identificación del niño y un lenguaje adecuado a la edad, entre otros aspectos.

 

En este caso, la actividad consiste en la creación de un texto en prosa, otro en verso, y otro dramático, así como, la creación de un libro con uno de esos textos.

 

CREACIÓN EN PROSA

 

La prosa es el género más similar al uso lingüístico ordinario y la forma más natural de crear literatura en la actualidad. Para la creación literaria en prosa he elegido la técnica del binomio fantástico (Gianni Rodar), consiste en crear un historia a partir de dos palabras sin relación aparente. En este caso, he aprovechado que por las tardes trabajo en extraescolares en un colegio para contar con la ayuda de los niños en la creación. Pregunté a dos de ellos que era lo que más les gustaba, las respuestas fueron: los fantasmas y los días de mucho viento.

Con estas dos palabras o conceptos he creado la siguiente historia:

En aquel lugar había un fantasma enorme de ojos oscuros y boca grande, que le gustaba asustar a los niños. Cada noche aparecía con su risa tenebrosa y asustaba a todo el que veía.

Pero un día, Luis y Ramón decidieron que había que hacer frente a ese fantasma. Se juntaron para pensar la forma de conseguir que el fantasma no volviera nunca más. Se reunieron con los demás niños y decidieron que esa misma noche se enfrentarían al fantasma. 

Cogieron sus espadas, y con gran velocidad se acercaron a él gritando. Las voces atronadoras y la rapidez con la que aparecieron hicieron huir al fantasma, que se transformó en polvo que el viento fuerte de ese día se llevó. Y nunca más volvió el fantasma a molestar a los niños.

En este caso la creación la he realizado yo, con la ayuda de dos niños de mi clase, Luis y Ramón, de ahí los nombres de los protagonistas. Pero en realidad la historia la podríamos haber creado todos juntos, incluso metiendo a todos los compañeros de la clase como protagonistas. Creo que la edad más apropiada para trabajarlo serían los 4-5 años.

CREACIÓN EN VERSO

A la hora de crear textos poéticos partimos del hecho de que la poesía, ya desde el siglo XX, no necesita rimar; lo cual libera el verso para llenarlo de verdadera función poética a partir de los recursos literarios: juegos de palabras, repeticiones... que al igual que la rima, desarrollan en el niño las habilidades lingüísticas, la desinhibición, la fantasía, la creatividad y la propia sensibilidad estética.

Para la creación literaria en verso me he basado en la estrategia ¿Cómo es?, la cual ya utilizamos en clase. Consiste en inventar comparaciones cómica sobre objetos y personas del entorno.

Para llevarla a cabo, he vuelto a contar con la ayuda de los niños con los que trabajo. En esta ocasión me junté con los que tienen 4, 5 y 6 años. Primero les conté las creaciones que habíamos hecho nosotros en clase, para que se familiarizaran con la creación en verso. Y después les pregunté si querían que creáramos un poema juntos. La idea les entusiasmo y en cuanto pregunté de qué querían que fuera el poema rápidamente dijeron de las estrellas, así que nos pusimos manos a la obra. Inicialmente lo hicimos con comparaciones pero después lo convertí en un poema de metáforas y este fue el resultado:

La estrella es una estrella fugaz

La estrella es una hormiga

La estrella es un asteroide

La estrella es un lazo

La estrella es una flor

La estrella es un sol brillante

La estrella es una roca

La estrella es un diamante

¡Quiero ser una estrella! 

Para elaborarlo he creado un libro con el poema, en el que las ilustraciones las han realizado los propios niños con los que creé el poema, todas menos una, ya que me pidieron que yo también ayudara con las ilustraciones del poema. Para que fuera manipulable y duradero lo plastificaría antes de coserlo.

Os dejo algunas ilustraciones del libro. El texto en la foto a lo mejor no se lee bien, pero en físico se ve perfectamente. En todo caso, siempre se podría escribir a rotulador en vez de con bolígrafo.

Me ha parecido muy importante dejar las comparaciones que ellos dijeron, por raras o evidentes que puedan parecer algunas de ellas, ya que es necesario dejar fluir su imaginación y no se puede juzgar las comparaciones de un niño a la hora de crear.

CREACIÓN DRAMÁTICA

La dramatización es un recurso fundamental e inexcusable que desarrolla una gran cantidad de capacidades en el niño. Pero a veces resulta difícil encontrar textos que puedan ser representados por los niños de nuestra clase. Por eso es interesante crear obritas personalizadas para el grupo.

Esta estrategia la utilizaría para el último curso de infantil, con idea de luego llevar a cabo las pequeñas representaciones en el aula. A esas edades les resulta más fácil interpretar a una personaje que siendo más pequeños, además les gusta mucho disfrazarse y hacerse pasar por personajes, ya que tienen asimilada su identidad y son capaces de convertirse en otro. Lo cual siendo más pequeños es más complicado e incluso a algunos puede no gustarles. De todas formas, lo haría de forma voluntaria, sin obligar a nadie a tener que actuar en una representación, pero estoy segura de que al final todos querrían participar, si se consigue crear un ambiente agradable e interés por las obras dramáticas. Puesto que las creaciones serían de ellos, resultaría motivador para los alumnos trabajar posteriormente con dichas obras.

He elaborado la siguiente creación dramática:

Narrador: En el colegio habían empezado el proyecto de los robots y todos los niños tenían muchas ganas de aprender cosas nuevas sobre ellos. La maestra tuvo una idea

Maestra: Como estamos trabajando en este nuevo proyecto hoy tenemos una visita muy especial. Él se llama Esteban y ha venido a contarnos cosas sobre los robots.

Esteban: Hola niños. Como podéis ver os he traído algunos de los robots con los que trabajo. Son muy especiales y os voy a contar algunas de las cosas que hacemos con ellos.

Narrador: Y así pasaron la mañana, escuchando a Esteban como les contaba cosas muy bonitas e interesantes sobre los robots.

Oscar: ¡Ala! Yo quiero uno de esos

Marina: ¿Me puedo quedar uno?

Esteban: Como veo que os han gustado mucho os voy a regalar este, pero tenéis que prometerme que lo vais a cuidar muy bien.

Maestra: ¡Estupendo! Lo pondremos en el rincón del proyecto

Narrador: Se despidieron de Esteban y dejaron el robot en la clase como habían dicho. Todos tenían muchas ganas de jugar con él. Y a la mañana siguiente...

Marcos: Yo quiero jugar con el robot, le voy a llamar "Coloradito" porque es rojo.

Pit: Yo no soy Coloradito, me llamo Pit.

Narrador: ¡El robot hablaba!

Marcos: Vale, te llamaremos Pit ¿Quieres jugar con nosotros?

Pit: De acuerdo

Narrador: Y así es como Pit y los niños de la clase aprendieron cosas juntos, jugando y explorando cada mañana.

Trabajándolo en el aula se podrían crear más personajes, uno para cada niño incluso. Y los diálogos y la duración de la obra se podría adaptar a las características de los niños. Lo más interesante es que se trabaje la imaginación de los niños y que sean partícipes y creadores de la historia.

CONCLUSIÓN

La experiencia de crear me ha encantado, especialmente la que he realizado con niños. El día que creamos juntos el poema fue muy especial, hubo una de las niñas que me sorprendió y emocionó. Un rato después de haber terminado nuestra creación Inés se acercó a mi y me preguntó:
- ¿Tú creas poemas en tu casa por las tardes?
- Claro - respondí rápidamente sin pararme a pensar mucho en ello
- Pues esta tarde voy a crear yo uno
Y se dio media vuelta y siguió jugando. Desconozco si llegó a crear alguno o si al menos lo intentó, pero me encantó esa corta conversación con ella, creo que conseguí despertar en ella el interés por los poemas, y sólo por eso mereció la pena hacer la creación en verso con ellos.

A veces nos cuesta dejar volar la imaginación y tener que crear algo de la nada, inventarnos historias nos suele dar miedo, nos asusta. En el colegio nos cortaban las alas en este sentido y creo que es un gran error. Pero eso me parece muy interesante y divertido trabajar con los niños en el aula la creación de historias, poemas u obras teatral, da igual, el simple hecho de crear ya les enriquece, ya les aporta beneficios. Y además, es una forma muy divertida de acercarles a la literatura y al amor por los libros y los cuentos.

En toda aula de infantil debería haber libros creados por los propios niños. Yo ya tengo uno "La estrella", ¿cuál será mi siguiente? Espero que sean muchos más, y que en mis años como maestra no falten las ganas y el interés de los más pequeños por crear juntos obras literarias.

BIBLIOGRAFÍA

Labajo, I. (2017) Teoría de Literatura Infantil. Bloque 4: Creación literaria con y para los niños de infantil