Bloque 3: La hora del cuento

Cuando los niños aún no saben leer o simplemente son capaces de descodificar, los adultos nos convertimos en sus trovadores.

Nosotros somos los responsables de transmitirles, no solo lo que dicen los libros y los textos, sino también de hacerlos disfrutar con la literatura y de conseguir que deseen aprender a leer.

Son tres las estrategias que podemos utilizar para la transmisión literaria: el cuentacuentos, la narración con libro y la lectura. Cada una de ellas es más apropiada para un tipo de cuentos o para una edad concreta, pero no es ninguna de las tres la mejor estrategia, ni la más importante. En realidad se deberían utilizar todas ellas, ya que en conjunto son más enriquecedoras para el niño que si siempre utilizamos únicamente una de las tres.

Dentro de mi grupo escogí la estrategia de la lectura porque, de las tres, era la que más me apetecía hacer y como a mis compañeras les daba igual fui la primera en elegir. La técnica de la lectura oral aplicada a Educación Infantil supone un importante contacto con la lectura para los niños, por tanto, tenemos que servir de ejemplo y leer como leeríamos a un adulto, es decir, sin cambiar las voces de los personajes y sin exagerar las entonaciones, sobre todo las de las oraciones interrogativas. La comprensión no se reduce si no se utilizan estos recurso, al contrario de lo que se suele pensar.


Para esta actividad he escogido el libro de "El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza". Es un cuento que descubrí el año pasado y desde el primer momento me llamó la atención. Lo conozco bastante bien y tenía ganas de trabajar con él. Si aún no habéis tenido ocasión de leerlo os lo recomiendo.
Lo utilizaría para niños de 4 años, por su duración, el tema que trata, y cómo a esa edad viven palabras como "caca", muy representado en este libro.
Para introducir el cuento les diría que les voy a leer un libro, para que tengan claro que no lo voy a contar, y así contribuir a que diferencien ambas cosas.


ENSAYO

Para prepararme la actividad aproveché el fin de semana para practicar un poco en casa. Me leí el cuento varias veces, primero en voz baja y después en voz alta, yo sola, con idea de conocer mejor el texto y tenerlo más asimilado para que a la hora de leérselo a otros no me resultara difícil seguir la lectura y no me trabara con las palabras.
 
Después se lo leí un par de veces a mi pareja, sin enseñarle las imágenes, sólo haciendo lectura. Y después, vimos juntos las imágenes para comentarlas. Como yo quería practicar un poco más intenté leérselo a mi perro, le senté frente a mi y le fui leyendo el cuento. Fue muy gracioso porque con cada exclamación que entonaba movía las orejas y giraba la cabeza como si estuviera entendiéndolo. Evidentemente no pude practicar con niños, que serían los verdaderos receptores, pero creo que ambas experiencias me sirvieron, sobre todo para sentirme más cómoda leyendo en voz alta. 

Las preguntas que pensé para hacer a los niños una vez finalizada la historia son:
  • ¿Cómo os sentiríais si os pasara lo mismo que al topo?
  • ¿Qué os parece lo que hace el topo cuando sabe de quién es aquello que se han hecho en su cabeza?
  • ¿Qué habríais hecho vosotros?
En mi ensayo no realicé las preguntas porque no consideré que me fueran a aportar nada, pero creo que podrían ser apropiadas para este cuento. No me planteé hacer interacciones con los niños durante la lectura porque en esta estrategia se debe interactuar lo mínimo, ya que entre otras cosas estamos sirviendo de modelo lector, como ya mencioné antes.


PRÁCTICA

Durante el desarrollo de la práctica nos íbamos a agrupar de tres en tres, empezando con nuestro grupo de referencia y teniendo cada una de las tres una de las estrategias. A continuación, nos juntaríamos con otras dos personas diferentes, que tuvieran las otras dos estrategias que no son la nuestra y realizaríamos nuevamente una práctica. Y así sucesivamente, tantas veces como nos diera tiempo.
 
De tal forma que empecé con Verónica B. y Lara T. En la primera lectura no enseñé las ilustraciones durante la narración y leí la historia si muchas dificultades, aunque es cierto que me trabé un poco con el nombre del perro, Hermenegildo. Mis compañeras me dijeron que lo había hecho un poco deprisa y debía intentar ir más despacio. También me propusieron que cambiara el nombre del perro si no me salía bien, aunque yo no estaba muy de acuerdo con eso ya que considero que la lectura se debe hacer tal cual es el texto sin modificar palabras, ni porque puedan ser difíciles de leer ni complicadas de entender. Si se debe hacer alguna aclaración al final ya lo pedirán los niños. Además, estaba convencida que no me trabaría más y aunque así fuera, tampoco lo veía algo grave como para tener que corregir.

 

En la segunda ronda de la práctica me junté con Irene M. y Lucía R. En esta lectura recordé que había que enseñar las imágenes del libro mientras se iba leyendo o al finalizar cada página. Ya que mis compañeras se encontraban a poca distancia no habría problema con el tamaño de las ilustraciones ya que podrían verlas perfectamente. Ninguna de las dos conocía este cuento y la verdad es que me gustó mucho ver sus caras según avanzaba la historia, se notaba que estaban disfrutando y eso para mi fue una gran satisfacción. Cuando terminé me dijeron que la entonación y las pausas que había utilizado estaban muy bien, y en general, me comentaron que mi práctica había sido buena y que no encontraban cosas que mejorar.  


 
La tercera y última práctica la realicé con Ana R. y Andrea O. En esta ocasión, y con lo aprendido anteriormente, leí el libro enseñando las ilustraciones y procurando llevar una entonación y un ritmo apropiados, como había hecho en la anterior lectura. Al finalizar, me dieron la enhorabuena respecto a la entonación y el ritmo, lo leí de forma adecuada. Ana me comentó que el título del libro le parecía muy largo y me recomendó ponerle un título más corto de cara a leerlo a los niños. Yo creo que no es necesario, y si a los niños les cuesta recordarlo siempre lo pueden llamar "el del topo" o "el de las cacas", pero no creo que deba ser el maestro el que utilice ese título. También me propusieron que cuando presento el cuento, antes de empezar a leerlo, pregunte a los niños al enseñar la portada ¿qué pensáis que tiene el topo en la cabeza?. Me parece un idea interesante para poner a los niños en situación y meterles en el cuento, de alguna forma creas expectación antes de empezar.
Otra pregunta que me plantearon que se podía hacer, justo antes de que se descubra que había sido el perro, es ¿quién creéis que ha sido el que se ha hecho aquello en la cabeza del topo? En principio, en una estrategia de lectura se debe interactuar lo mínimo con los receptores, como ya he comentado antes, pero en caso de hacer alguna interrupción de la lectura, ésta me parece una buena pregunta que plantear.



AUTOEVALUCIÓN

En general, mi valoración de esta actividad es positiva. Tanto el libro elegido para esta estrategia como la edad de los niños creo que son adecuadas. En cuanto a la preparación antes de la práctica, considero que fue suficiente, a pesar de que hubiera preferido haber podido ensayar con alguna de mis sobrinas, pero no tuve ocasión.  
 
Estoy satisfecha con la forma en que realicé la práctica, y cómo fui incorporando las mejoras que me comentaban mis compañeras. Creo que al final, saber transmitir de forma correcta es más una cuestión de práctica, cuanto más practiques cada una de la estrategias más soltura cogerás y mejor te saldrán. Por lo tanto, me tomo esta actividad como un comienzo hacia la mejora de mis narraciones como maestra.  
 


BILIOGRAFÍA

Labajo, I. (2017) Teoría de Literatura Infantil. Bloque 3: La hora del cuento

Holzwarth, W y Eribruch, W (2002) El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza. Alfaguara.

 










Comentarios

  1. Hola Sandra, me ha gustado mucho tu entrada, está muy bien estructurada y se comprende muy bien también el cómo has desarrollado la actividad.
    Respecto a la práctica, estoy de acuerdo con la edad elegida. Ya conocía el libro y me parece adecuado para la estrategia elegida.
    Y también quería comentarte respecto al ensayo, que si es verdad como tu dices, que siempre ayuda ensayar las cosas de este estilo con algún pequeñin.

    Un Saludo.

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    1. Muchas gracias por tu comentario Saila. Me alegro que estés de acuerdo conmigo y que te haya gustado mi entrada.

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  2. Está perfecto, Sandra. deberías haber grabado a tu perro mientras te escuchaba :D

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